Yo quiero quererte, de verdad, sé que debo hacerlo.
Pero no puedo, aún no sé por qué.
Con las noches que pasé pensando en ti…
Podía pasarme horas y horas imaginando nuestro reencuentro, cómo te abrazaría, como te besaría, lo que te diría, lo que me gustaría oír de tu boca.
Y ahora te tengo aquí delante, diciéndome que me echaste de menos, que te arrepientes de tus errores y yo, no puedo entender por qué, no siento nada.
Sólo un enorme vacío dentro de mí, un abismo.
La tímida sensación de que existe un vínculo más fuerte que me une a otra persona. Una persona con la que quizá no me porté como debería, pero que sé que me quiere, que quiere cuidar de mí, protegerme por encima de todo. Alguien que me ha regalado cariño a raudales y que yo no he sabido valorar nunca.
Lo curioso es que sea esa persona la que acuda a mi cabeza en este momento, contigo aquí, hablándome…
Yo quiero quererte, mamá, pero no sé por qué no puedo…
Pero no puedo, aún no sé por qué.
Con las noches que pasé pensando en ti…
Podía pasarme horas y horas imaginando nuestro reencuentro, cómo te abrazaría, como te besaría, lo que te diría, lo que me gustaría oír de tu boca.
Y ahora te tengo aquí delante, diciéndome que me echaste de menos, que te arrepientes de tus errores y yo, no puedo entender por qué, no siento nada.
Sólo un enorme vacío dentro de mí, un abismo.
La tímida sensación de que existe un vínculo más fuerte que me une a otra persona. Una persona con la que quizá no me porté como debería, pero que sé que me quiere, que quiere cuidar de mí, protegerme por encima de todo. Alguien que me ha regalado cariño a raudales y que yo no he sabido valorar nunca.
Lo curioso es que sea esa persona la que acuda a mi cabeza en este momento, contigo aquí, hablándome…
Yo quiero quererte, mamá, pero no sé por qué no puedo…
No hay comentarios:
Publicar un comentario