¡Bienvenidos!

Bienvenidos a nuestro blog de fanfics acerca de "El Internado". Aquí podréis encontrar textos en todas las categorías posibles, desde los puramente románticos a aquellos que resuelven parte de la trama, pasando por los minifics o el humor.

El blog ha sido diseñado para haceros la navegación por él lo más sencilla posible. Por ello, en la columna de la derecha podéis encontrar todos los fics disponibles, con una breve sinopsis, la categoría o categorías a la que pertenece el texto y los personajes en los que se centra, además del autor del mismo.

Debajo podéis encontrar enlaces directos a todos los capítulos de la historia, de modo que podéis leer a vuestro ritmo y sin necesidad de buscar la entrada por donde os quedasteis, ya que se puede acceder a ella directamente. Así, cuando clickeis en un capítulo, ésa entrada aparecerá justo debajo de esta cabecera que estáis leyendo.

En cuanto a las categorías, vais a encontrar un código que os dirá de qué tipo es el texto que vais a leer. Dentro de estos diferentes tipos, encontraréis:

[ROM] Estos fanfics se centran en el desarrollo de una relación amorosa y los sentimientos de los personajes.

[ANGST] Fanfics para sufrir, para pasarlo mal con nuestros personajes favoritos.

[RES] El Proyecto Géminis y Ottox están más presentes que nunca en estos fics, centrados en resolver parte de la trama.

[HUM] Fanfics para reír.

Encontraréis también los tag [WIP] O [COMPLETO]. El primero hace referencia a "Work in Progress", es decir, que el fic está en fase de publicación, mientras que los fanfics con el segundo término ya se pueden leer enteros.

CONTACTO

Si tienes alguna duda o te apetece publicar tu fanfic en este blog, sólo tienes que ponerte en contacto con nosotras a través del Blog de Marta Torné o bien a través del Blog de Raúl Fernández, en las direcciones de correo que encontraréis en las mencionadas páginas.

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7 días (Parte IX)


4º día (1ª parte)

Al día siguiente, María no se encontró una rosa en su cama. Se encontró una carta escrita a mano.

“María, vivir sin ti es posible, sin esfuerzo alguno.
Vivo porque aún respiro y por que salgo a correr cada mañana..
Vivo porque se hace fácil respirar el aire y devolver las sobras
Vivo por inercia absurda.
Pero vivir para mí no es estar vivo, vivir para mí eres tú.
Vivo, sin ningún problema aunque cada instante sin ti, muere sin valer la pena
Aunque ayer te dijera que quiero volver a ser tu amigo,
aún te amo, no sé si por cobarde o por masoquista,
no sé si por idiota o por romántico, aún te amo..
…y no sé hacer otra cosa más que eso..

Héctor”


María no pudo evitar sonreír tontamente, mientras derramaba una pequeña lágrima sobre su mejilla.

- María, ¿pasa algo?
- No, no, Jacinta- dijo mientras se limpiaba con el delantal del uniforme- no es nada, es la alergia.
- ¿La alergia? Sí, claro, tanto polen en pleno febrero, causa muchas alérgias- ironizó Jacinta.

María salió corriendo por la puerta, tropezando, como no, con Héctor.

-¿Otra casualidad, Héctor?
- Bueno... pues sí. Realmente, no sabía que estabas en tu habitación y mucho menos que ibas a salir despavorida de ella y que casi me ibas a dislocar el hombro.
María no pudo evitar reírse. Cogió la carta que acababa de leer y se la dio a Héctor.
- ¿Y esto? ¿una carta de amistad?
- No. Está claro que no- dijo cogiendo la carta que María le estaba entregando…¿ no te ha gustado?
- Sí, es muy bonita, pero…
- Bueno, si no la quieres, la tiraré... ¿ o sí que la quieres?

María, le miró fijamente a los ojos pensando qué respuesta sería la correcta… Sonrió mientras cogía la carta que Héctor le estrechaba.

-La guardaré, pero solo por no hacerte el feo, ¿eh?- mintió María mientras sonreía.
- Te lo agradezco- dijo sonriendo.
- Bueno, muchas gracias por ...por esto – dijo alzando la carta- ahora me voy que sino Jacinta me echará bronca- y se marchó.
Héctor se quedó quieto, observando, una vez más, cómo ella se alejaba, pero algo le despertó de esa hipnosis.

- Sigues coladito por ella…- dijo una anciana voz.
- Jacinta, tú no estabas…estabas…
- ¿dónde, Héctor? ¿en mi habitación? Pues sí, suelo hacerlo, y te voy a decir un secreto- dijo acercándose al oído de este- y también suelo dormir en mi cama.. pero sshh es un secreto, me podrían tomar por una vieja maniática- y se fue riéndose del ex director.

Héctor se quedó mirándola boquiabierto. Vacilarle era la especialidad de la gobernanta.


Ya en la cocina, Fermín se acercó a María.

- Qué tarde llegas, has bajado antes que yo y llegas más tarde.
- Sí, es que- pensó en poner cualquier excusa sobre Jacinta, pero ¿ por qué iba a hacerlo? Héctor solo era un amigo ¿no?- es que me he cruzado con Héctor y hemos estado hablando. Ya sabes cómo es él, empieza a hablar y no para. Al final he tenido que decir que tenía prisa.

- Bueno, no pasa nada, si no se entera Jacinta, todavía no estás muerta- dijo girando la cara mientras destripaba un pescado.
- No sé cómo puedes tener tanto estómago como para, recién levantado, estar haciendo eso, Fermín.
- A eso se le llama ser cocinero. Ya estoy acostumbrado, además, si no empiezo ahora, hoy os quedáis todos sin comer.

María sonrió. Siempre le sacaba una sonrisa Fermín. Se acercó a él y le dio un beso en la mejilla.

- Qué generosa estás esta mañana… en la mejilla, ¿no tienes un mejor beso para mí?- bromeó el cocinero.
- Anda tonto, será que no te doy los suficientes- dijo dándole un beso en los labios.
- Nunca son suficientes si son tuyos, preciosa.

María se quedó fijamente mirándole. Estaba extrañada. Esa situación era habitual. Hablar, tontear, juguetear con Fermín, pero, por primera vez, le veía diferente. No por su actitud, sino por cómo le veía ella desde dentro.. Ella no le dio importancia a esa extraña sensación.

“¿Qué estará haciendo Héctor?” Se preguntó a sí misma.. “ ¿Héctor?, ¿por qué me pongo a pensar en él ahora mismo? Estará desayunando, como cada mañana sobre esta hora, normal, qué tonterías se me pasan por la cabeza.”

A María no le tocaba hoy servir el desayuno a los alumnos y profesorado, pero quiso estar allí, a ver si le veía.
Iván ya estaba terminando de desayunar. Miraba seriamente cómo Carolina observaba enamorada a Marcos.. “ mi hijo enamorado” Empezó a recordar su primer amor. No fue Toni, fue un profesor, un amor platónico. “Qué jovencita era entonces, y qué inocente”

Su mirada se giró de golpe al oír la voz de Héctor en la entrada al comedor. Estaba hablando con Jacinta y Elsa. No pudo entender bien qué decían.
Sin darse apenas cuenta, estaba embobada mirando a Héctor, en otro mundo.

- María, despierta, te he dicho leche fría, no caliente- un alumno le dijo haciéndola despertar de su sueño.
- Lo siento, no te había entendido. Ahora te doy otra vaso, un momento

Cuando alzó la vista, Héctor ya no estaba en la puerta. Miró hacia el suelo entristecida.

- Buenos días de nuevo.
María alzó la vista. Era Héctor. No pudo evitar que su cara se transformara en una sonrisa. Sus ojos apagados ahora demostraban ilusión y sorpresa.
- ¿Me puedes servir un zumo de naranja natural, por favor?¿Te ha echado bronca Jacinta por llegar tarde?
- Si, Héctor… enfadada, no, no me ha dicho nada..
- Me alegro.-dijo sonriendo. Sabía perfectamente que le había mentido ya que Jacinta estaba en la habitación y ella lo sabía.- Ya sabes, “Perro ladrador..”, Jacinta es así. Por cierto, tengo que comentarte una cosa. Cuando tengas un hueco, ¿puedes ir al despacho de Elsa?
- Sí, claro, Héctor, cuando quieras.
- Hoy no tengo clase hasta las 12 de la mañana, si te parece, cuando termine de desayunar, vamos un momento.
- Siempre tengo algo que hacer.
- Tranquila, lo he hablado con Elsa y Jacinta, Lucía se encargará hoy de la limpieza. Tú hoy harás otra cosa.
- De acuerdo, Héctor. Si es así, ahí estaré.

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